Con los nuevos tiempos las facturas han cambiando de formato, ahora viene la factura electrónica, un formato básico en estos tiempos de nuevas tecnologías.
Una factura electrónica es una factura que se expide y se recibe en formato electrónico en un archivo legible. La expedición de una factura electrónica está condicionada al consentimiento de su destinatario según su formato. La factura electrónica se regula en el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación, aprobado por el Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre.
Según ese mismo reglamento, la autenticidad del origen y la integridad del contenido de la factura electrónica quedarán garantizadas por alguna de las siguientes formas:
- Mediante una firma electrónica avanzada (artículo 2.2 de la Directiva 1999/93/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de diciembre de 1999), que establece que la firma electrónica está basada en un certificado reconocido y creada mediante un dispositivo seguro de creación de firmas.
- Mediante un intercambio electrónico de datos (EDI), tal como se define en el artículo 2 del anexo I de la Recomendación 94/820/CE de la Comisión, de 19 de octubre de 1994, relativa a los aspectos jurídicos del intercambio electrónico de datos, cuando el acuerdo relativo a este intercambio prevea la utilización de procedimientos que garanticen la autenticidad del origen y la integridad de los datos.
- Mediante otros medios que los interesados hayan comunicado a la Agencia Estatal de Administración Tributaria con carácter previo a su utilización y hayan sido validados por la misma.
- Incluso podríamos decir que una factura electrónica puede ser un documento de impresión en formato pdf.
Respecto a la estructura de la receta electrónica, los datos de facturación han de estar estructurados y se debe incluir el contenido legal exigible a cualquier factura (datos de quién la emite, del destinatario, detalle de los productos o servicios suministrados, precios unitarios, entre otros). Pese a que no existen requisitos formales.
El uso de la factura electrónica es obligatorio en algunos casos, y desde del 15 de enero de 2015 el proceso de facturación electrónica te afectará dependiendo de las relaciones empresariales y comerciales que tengas con tus proveedores o clientes.
La implantación de la factura electrónica supone una serie de beneficios, tanto para los clientes como para los proveedores. Además, permite a una empresa automatizar su procesamiento de facturas.
La factura electrónica nos ayuda a llevar a las empresas a papel cero, lo que beneficia al medio ambiente.