Lanzarse a la aventura de emprender no es un desafío fácil. Cuando empiezas tienes mil actividades que aprender y desempeñar y no sabes ni por dónde empezar.
Hay infinidad de tareas que realizar en el día a día pero ninguna de ellas te promete el futuro de éxito, que tanto deseas. Muchas de estas actividades incluso entorpecen y te alejan de tu meta, ademas en la mayoría de los casos debemos aprender actividades como finanzas, definir tu público, metas, procedimientos jurídicos…
¿Qué camino nos lleva a esa meta? ¿Ya lo has trazado? Si no es así, este es el primer error que no debes cometer y este es el más común que hace el emprendedor.
La falta de planificación es la causa más común de fracaso empresarial. El empresario está tan ocupado con otras actividades que se olvida por completo de elaborar su plan de negocio.
En necesitas un guión de acciones concretas delimitadas en el tiempo que dibujan el recorrido que te llevará al éxito.
Si aún no tienes tu plan empresarial apúntate al reto, planifica cada año un plan, no esperes más, empieza ya a elaborar un plan completo para empezar a caminar hacia tu sueño.
Un plan de acción es el momento clave donde se elabora la estrategia de tu negocio, es decir, se definen las metas que se quieren conseguir, se fijan los plazos y se calculan los recursos que se tienen, por lo tanto estos son los tres conceptos que tienes que tener en cuenta a partir de ahora.
Es importante que esto se defina bien ya que de esta forma puedes valorar si estas cumpliendo con tus objetivos y tus tiempos para llegar a tu meta y lo más importante que tienes que tener en tu cabeza es no rendirte.
Por lo tanto este plan es el esquema donde contemplas el qué, cómo, cuándo y quiénes van a realizar cualquier acción.