Las nuevas tecnologías han cambiado los hábitos de vida de nuestra sociedad, y forman parte de nuestra vida cotidiana. La presencia de ordenadores y pantallas de visualización ya son herramientas imprescindibles para trabajadores, estudiantes y ocio en general.
El SPV (Síndrome de las pantallas de visualización o Síndrome del ordenador) es una afección temporal resultante de enfocar los ojos en una pantalla de ordenador durante períodos prolongados e ininterrumpidos de tiempo.
Los signos y síntomas del SVP varían en intensidad, son individuales, subjetivos, y pueden verse agravados por condiciones ambientales, ergonómicas y de iluminación inapropiadas.
Sus manifestaciones se pueden clasificar:
-Oculares Visión borrosa, lagrimeo, fotofobia, sequedad ocular, enrojecimiento…
-Sistémicas Cefaleas, dolores musculares, rigidez de cuello…
La utilización prolongada de la visión próxima, las diferentes distancias visuales, la concentración (requerida especialmente en el entorno laboral), y la edad del usuario, son los principales desencadenantes de la fatiga ocular.
– Visitar al oftalmólogo para evaluar, defectos refractivos mal corregidos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), trastornos de acomodación, insuficiencia de convergencia….
-Valorar la sequedad ocular funcional, producida normalmente por iluminaciones inadecuadas, reflejos i brillos excesivos, mala ventilación, exceso de horas sin pausas…
– Mejorar la ergonomía en el lugar de trabajo, colocar la silla en posición erguida, las piernas deben formar un ángulo de 90º, situar la pantalla ligeramente por debajo de la línea de mirada, sin duda nos ayudara a mejorar dolores oculares y musculares.
Un consejo realizar pausas cada hora, mirar al infinito, y parpadear conscientemente de vez en cuando, es la mejor prevención para evitar las molestias producidas por el SPV.