El SIM tal y como lo conocemos por tener una forma física esta por desaparecer en breve por el eSIM o SIM virtual, ya se esta trabajando para hacer el cambio en los próximos años.
El SIM que ya conocemos será sustituida por un chip fijo, instalado de fábrica en el dispositivo, y será conocida como tarjeta electrónica o eSIM.
Implantar esta tecnología en todos y cada uno de los dispositivos que nos rodean no es una tarea sencilla. Por eso, serán necesarias un par de fases.
La primera, llamada Fase 1, es aplicar la especificación técnica de la que hemos hablado antes a todos los wearables, tablets y coches. La segunda se ejecutará después de verano y su objetivo serán los smartphones. Además permitirá almacenar un gran número de perfiles, es decir, de cuentas entre un cliente y un operador.
¿Cuáles son las ventajas de utilizar una eSIM o SIM Virtual?
Como habrá muchos perfiles podrán precargarse varios operadores, aunque sólo podrá haber un perfil activo a la vez. Esto permitiría portabilidades especialmente rápidas, ya que se evitaría la necesidad de recibir la SIM física de la compañía.
Otro impacto en la sociedad debido a la desaparición de la SIM del móvil, es que habrá menos tráfico en las tiendas físicas de móviles. Esto provocará la gestión online de los clientes, así como una transformación en los establecimientos relacionados con el mundo de las telecomunicaciones. Habrá menos tiendas, pero serán más grandes y contarán con personal más cualificado.
Otro cambio importante estará relacionado con los costes del roaming. Si el cliente puede llevar varios perfiles distintos, podrá cambiar de operador cuando viaje y usar una tarifa local. En Europa este sobrecoste será menor, ya que el roaming desaparecerá por ley en 2017. Sin embargo, puede obligar a los operadores a ser más proactivos y a reducir los costes en viajes internacionales.
Los operadores se han visto obligados a ceder a la desaparición de la SIM, ya que no es viable su funcionamiento con el Internet de las Cosas, que prevé que la mayoría de objetos estén conectados a redes móviles.
Para que esta situación sea posible, los dispositivos deben llevar incorporada de serie la SIM para que, en caso de que lo desee el usuario, pueda ser activada de forma remota.