Cuando una empresa empieza a cobrar cierto volumen de negocio, lo conveniente es buscar un software para gestionar el día a día. Generalmente, esa necesidad se manifiesta de forma expresa de modo que alguien con conocimientos de gestión requiere de un ERP, pero puede ocurrir que se de cuando el cambio ya sea muy urgente. Por este motivo es importante estar atentos a las señales que nos ayudan a intuir que el momento está llegando.
¿Necesito un ERP?
- La empresa está creciendo, ha aumentado el personal y este hecho hace que cualquier tipo de operación resulte más compleja que antes.
- Cambios profundos en el negocio, que ya no se pueden gestionar como antes.
- Las aplicaciones instaladas se han quedado pequeñas. Las hojas de Excel, la base de datos access y las aplicaciones de contabilidad, y el software de gestión documental no funcionan de manera coordinada. Esto te funcionó durante un tiempo pero ahora te impiden tener una visión de conjunto de tus datos.
- Acceso limitado a la información, que cuesta encontrar por estar almacenada en diversos sistemas.
- Dispersión de la información. Cada departamento de tu empresa va por su lado y la ausencia de estandarización y coordinación entre los mismos se hace más que palpable.
- Lentitud en procesos habituales.
- Alertas en el nivel de servicio al cliente o descenso de ventas por falta de información o toma de decisiones lenta.
- El sistema de gestión carece de soporte o el proveedor ha desaparecido.
- Información no actualizada. El departamento de finanzas no trabaja con información fiable y actualizada y esto se traduce en errores que salpican al resto de departamentos.
- Locura en el departamento de TI. El profesional o profesionales que gestionan las aplicaciones informáticas se ven desbordados a la hora de mantener y dar soporte a cada una de las herramientas que ha sido instalada de manera individual.
- El coste de mantenimiento del sistema vigente crece de forma exponencial.
- Estrés producido por la competencia en tu sector. Hoy en día la competencia es muy alta y resulta imprescindible contar con una herramienta de gestión que ayude a tu empresa a responder a las exigencias del mercado.
- El sistema actual no ofrece la flexibilidad necesaria para seguir creciendo.
- La venta internacional es demasiado costosa porque el sistema no trabaja con diferentes divisas y/o idiomas.
- Atención al cliente insuficiente. Es básico hoy en día contar con los datos de clientes totalmente actualizados. Esto transmite seguridad y confianza a nuestros clientes. Nos referimos a procesos tan comunes como ofrecerle feedback a nuestros usuarios: por ejemplo, informándoles al momento de cuando se envió su pedido y de cuándo lo recibirán.
- La difusión de la información a lo largo de la organización es boca a boca.
¿Qué puede hacer un ERP por mi empresa?
Quizá la respuesta a esta pregunta ofrezca más luces a tu dudas que los problemas anteriores. Al fin y al cabo, son una pequeña muestra de como un ERP en plena forma puede ayudar.
- Reduce ineficiencias en los procesos de negocio.
- Permite una óptima planificación y distribución de recursos.
- Reduce los gastos generales.
- Ofrece una visión completa de la actividad de los clientes.
- Aglutina islas de información en un único sistema.
- Aumenta la productividad reduciendo el trabajo duplicado.
- Estandariza procesos clave.
- Automatiza tareas repetitivas o de bajo valor añadido pero necesarias.
- Ofrece una visibilidad completa de la marcha del negocio comparada con el plan estratégico.