Con la subida de la electricidad y con el nuevo impuesto del gas sobre la electricidad, es momento de ver como podemos ahorrar en la factura.
Con el invierno encima, y el precio del gas por las nubes con una subida de un 700% si se compara con marzo de 2021. Los consumos de calefacción de una vivienda está, entorno, un 50% de media, que serian 1000 euros, el aumento de gasto por parte de los usuarios de esta partida para este año va a ser muy superior.
Pero habrá que tener en cuenta que lo que pagará el usuario va a depender mucho del tipo de la calefacción que tenga, no será lo mismo una calefacción con radiador eléctrico que una calefacción con aerotermia y la ubicación de la vivienda. Vamos a ver varios tipos de calefacción:
Calefacción de gas
Es la más utilizada en España, especialmente en familias, aproximadamente son un 35 % los que la utilizan. Tiene la ventaja de que no requiere de bombonas, ya que van con gas natural. El precio de la instalación depende del tipo de caldera y de la elección entre radiadores o suelo radiante. El precio de momento y a día de hoy, se está elevando por la guerra de Ucrania, asimismo, que es difícil predecir el precio del gas en los próximos meses si esta crisis no se acaba.
Para ahorrar con este tipo de calefacción, lo más útil es considerar la instalación, en caso de que no se disponga, de una caldera de condensación. Cuentan con un sistema de recuperación de la energía que se encuentra en la condensación de los humos generados en la combustión, lo que supone un ahorro de gas de un 30% respecto a modelos con tecnologías anteriores.
Bombas de calor
Existen, principalmente, dos modelos; aerotermia, cuyo funcionamiento se basa en la extracción del calor del aire mediante un refrigerante que se convierte en gas en la bomba de calor, o geotermia, que lo hace desde el calor de la tierra. Ambas instalaciones suponen una inversión inicial un poco más alta en comparación con el gas, pero estas dos tecnologías son más rentables, ya que consumen mucho menos. Además, se necesita un espacio suficiente para instalar la bomba de calor. A pesar de esto, la tendencia a decidirse por estos tipos de modelos es creciente, instalación rápida y efectiva, con un cop de 6 a 1 en algunos casos en la aerotermia, es decir, consume 1 kW de electricidad y genera 6 kW de calor o frío.
Para tratar de ahorrar en la factura final con este tipo de calefacción, es importante mantener la bomba de calor siempre encendida si se trabaja con suelo radiante.
Calefacción eléctrica
Claramente, es la menos eficiente. Es interesante usarla en estancia que estemos poco tiempo y necesitemos calentar la rápidamente como un baño, al no ser eficaz, pero el tiempo sea reducido no nos va a incrementar mucho la factura. Su funcionamiento es básico, quemar electricidad al pasar por una resistencia, convirtiendo esa energía eléctrica en calor. Calentar una vivienda con este tipo de sistemas requiere una carga eléctrica relevante, no recomendable para un uso continuado. En este sentido, para ahorrar con calefacción eléctrica es crucial saber que el precio de la energía es distinto según la hora del día, en este sentido no podemos aprovechar las franjas horarias más baratas, ya que el frío es cuando es, no podemos calentar una casa de día para tenerla caliente por la noche.
Como podemos ahorrar en calefacción:
1. Purgar los radiadores quitando de aire
Hay que realizarlo al principio de la temporada invernal, al menos, una vez al año. Sucede con frecuencia que los radiadores tengan aire después del parón del verano, este aire impiden que el calor llegue hasta el final, por lo que no hacerlo supondría desaprovechar energía y desperdiciar dinero.
2. Aislar con tejidos
Las alfombras, cortinas y persianas actúan como una capa más, capaz de aislar el frío del exterior y mantener el calor del interior de la vivienda.
3. Tapar rendijas
Muy importante es sellar ventanas y puertas para que no entre frío, colocar pequeñas piezas, por ejemplo, de cinta aislante, en las rendijas de las ventanas y puertas, donde se escapa el calor.
4. No cubrir los radiadores
Los radiadores pierden potencia calorífica cuando hay un objeto por encima que los cubre. Tampoco es recomendable ocultarlos detrás de muebles aparatosos o utilizarlos para secar ropa húmeda, ya que supondría un gasto innecesario de energía.
5. Apagar la calefacción en lugares sin uso
Si tenemos una habitación que no estemos de manera asidua, es fundamental cerrar el grifo que lleva el radiador y cerrar la puerta de la estancia, de esta manera tenemos menos metros que calentar y más potencia calorífica para la estancia en las que estamos con lo que tendremos un ahorro significativo.
6. Regular correctamente la temperatura
Bajar la temperatura cuando no estemos en la casa y bajar la temperatura por la noche, mientras dormimos, no es necesario tener la misma temperatura que en el día. Programar el termostato para que se comporte de manera adecuada cuando estemos y cuando no.
7. Temperatura constante si estamos en la vivienda
Unos 21 grados por el día y, por la noche, 17. Los expertos consideran que esa es la temperatura ideal para tener un confort correcto y ahorro.
Algunos tips de cómo aislar las ventanas del frío
Burletes para ventanas
Una de las soluciones más sencillas y económicas es colocar burletes en las ventanas. Gracias a ellos se evita la entrada y salida de aire frío exterior y la habitación quedará mucho más aislada.
Existen muchos tipos de burletes para ventanas y son muy fáciles de colocar. En nuestro caso, hemos elegido un burlete autoadhesivo de caucho que colocáremos tras limpiar bien la ventana poniéndolo de arriba hacia abajo.
Aislar la caja de la persiana
La caja de la persiana es un lugar donde entra el aire del exterior, es un punto importante en fuga de calor y entrada de aire frío en casa, hay que evitarlo, hay productos aislantes económicos que lo solucionan en una gran parte. Su instalación es rápida y fácil, no requiere de conocimientos técnicos. Basta con colocar el aislante de la medida en el interior de la caja de la persiana.