La factura perfecta es una tarea que hay que realizar sí o sí, si queremos estar a la ley, ya que los errores en estas esta penalizadas con multas por parte de la agencia tributaria.
Datos que deben aparecer obligatoriamente:
- Serie y número
- Fecha de emisión
- Datos del cliente
- Nombre o razón social
- Dirección fiscal
- Código postal y población
- Provincia
- NIF/CIF
- Lineas de los productos o servicios adquiridos
- Descripción del producto o servicio
- Precio sin impuestos
- Descuento aplicado
- Precio por unidad
- Precio total
- Tipo impositivo
La factura perfecta estándar debe ser como mínimo con un ancho de 4 pulgadas, que seria la mitad del ancho de un folio A4, de no ser así la factura no sería valida.
Tipos de facturas
Ordinarias
La factura ordinaria es que hemos comentado más arriba y la más utilizada, ya que si ella no pueden existir las siguientes. Facturas que documentan una actividad económica y más habituales. La factura perfecta ordinaria es que hemos comentado más arriba y la más utilizada, ya que si ella no pueden existir las siguientes.
Rectificativas
Las facturas rectificativas son aquellas que (como su nombre bien indica) sirven para rectificar una factura anterior.
Por ejemplo, si te equivocas en el tipo impositivo, datos, IVA, IRPF o cualquier otro dato, emitirías una factura de este tipo. En ella debería quedar bien indicado que es una factura rectificativa y qué factura modifica para no cometer más errores.
Recapitulativas
¿Emites muchas facturas al mes para un mismo cliente? Si lo haces, seguro que te parece engorroso y aburrido tener que estar haciendo una factura tras otra. Para eso nació la factura recapitulativa, que sirve para resumir todas las facturas emitidas a un cliente en cierto periodo de tiempo.
Por ejemplo, imagina que suministras todas las semanas una serie de piezas a un taller mecánico. ¿Qué sentido tendría tener que contabilizar todas las facturas por separado? Creas una factura recapitulativa de las anteriores, que las anula, y representa a todas ellas.
Proforma
La proforma es una factura que te sonará sí o sí. Es la factura que se envía con anterioridad a la prestación del servicio o venta de producto y que representa cómo será esa futura factura. Por ejemplo, si compras algo a través de Internet, puede que justo cuando lo compres te llegue una factura proforma y cuando el producto llegue a tu casa tengas en tus manos la factura original.
No tiene valor contable ni sirve para justificar un gasto. Debe ser aceptada por el cliente y posteriormente transformada en factura normal y corriente.
Copia
Factura que se queda el emisor de la misma para su documentación y que es una copia de la original. Debido a que cada vez se utiliza más la electrónica, dentro de poco no tendrá sentido clasificar las facturas por este criterio.
Duplicado
Factura duplicada para el receptor, en caso de que haya perdido la original. Al igual que en el caso anterior, quedará en desuso más temprano que tarde debido al auge de la factura electrónica.